miércoles, 27 de agosto de 2008

Un campamento para despertar conciencias

Ahora que tengo blog puedo explicaros mis reflexiones sobre el 25º Campamento de Jóvenes Revolucionari@s que año a año convocan las diferentes secciones de la IV Internacional. Este año ha sido mi primer campamento (y probablemente no sea el último), un evento que ha supuesto para mi un punto de inflexión, no solo de motivación de cara a un nuevo curso de activismo, sino también ha servido para insuflarme unas cuantas dósis de esperanza. Por un lado la esperanza de ver que la larga travesía en el desierto parece hacerse menos ardua al comprobar que existe tanta gente que piensa como yo. Por otro lado, ser capaz de vislumbrar y aproximarme a lo que significa el internacionalismo.

Ni las 14 horas de viaje. Ni los 38 grados de media. Ni la cantidad de idiomas hablados por los representantes de los países convocados fueron quienes a parar una semana de debate, formación y lucha. Una semana de internacionalismo y confluencia de luchas frente al origen del problema: el capitalismo.

Una semana en la que desapareció el dinero de nuestras vidas y apareció una moneda más justa, los POUMs, en homenaje ya que estabamos en tierras catalanas, que sirvió para eliminar las diferencias adquisitivas entre las y los asistentes y mediante la que pudimos experimentar que frente a la injusticias del capital siempre queda una alternativa solidaria y anticapitalista.

Fue también una semana de profundas reflexiones, de acalorados debates y de intercambio de experiencias. Emocionarte con los camaradas guerrilleros del Mindanao que te hablan de sus compañeros muertos, o cuando los camaradas marroquíes de Vía Democrática te explican porqué son perseguidos. Discutir con los camaradas franceses sobre el proceso de creación del Nuevo Partido Anticapitalista, compartir unos cafés con el compañero Gerardo para acercarnos a la situación méxicana y conocer las posturas del PRT respecto al EZLN, debatir con los camaradas alemanes y portugueses sobre como ser revolucionarios dentro de las instituciones, o con las feministas italianas sobre el movimiento anti-Vaticano, o acercarnos un poco más a la teoría queer, o compartir con los camaradas belgas técnicas de autodefensa, desobediencia civil y acción directa...

Conocer, compartir, convivir y, sobre todo, ser conscientes de que hay un mundo nuevo por conquistar y que solo hay una salida: el internacionalismo consciente y consecuente.

Que a la salida del campamento fuese parado el autobus de los compañeros andaluces por los Mossos para cachearlos y registrar el equipaje, que otros dos autobuses fuesen parados en la frontera por la guardia civil para identificar a los asistentes y que helicopteros sobrevolasen el recinto del campamento durante varios días, implica que hay gente a la que le pone muy nervioso que la izquierda anticapitalista se reuna para debatir. Pero a la vez nos proporciona una dósis extra de combatividad y de esa rabia anticapitalista que reside en todos nosotros, las y los jóvenes revolucionarios.

En la retina se quedan esas 600 personas entonando La Internacional en mil idiomas diferentes, pero con las mismas ideas en la cabeza, supongo que algo parecido a lo que 70 años antes sentían los brigadistas internacionales cuando se despedían de Barcelona en 1938.

La chispa sigue encendida, continuemos el combate.

Salut.

2 comentarios:

Kataro dijo...

Arriba los puños, cantemos todos juntos!
Ha de ser una experiencia verdaderamente fascinante, q te pone en un profundo contacto con todos aquellos en la misma sala...

John Cornford dijo...

un diseño guapo si señor. voy agregate a mi lista.

salú!!!